Es
cierto que los días
entre semana, aquí
en el hogar son más
o menos iguales y que cada uno tenemos nuestra rutina establecida… y menos mal!!!
Las rutinas ayudan a tener un orden y que los
chicos y chicas sepan que es lo que tienen que hacer en cada momento sin
necesitar de un adulto que se lo recuerde a cada rato y las cosas funcionan muy
bien.
Son
los fines de semana cuando el tiempo libre deja lugar a la imaginación de los tíos, tías y voluntarios para
organizar todo tipo de actividades para que los niños y jóvenes se diviertan,
aprendan y experimenten otras cosas.
El
fin de semana pasado Tia Yaneth (Que es la tía con la que comparto turno en Casa Inmaculada) y yo organizamos un Paseo con las chicas a
Nandaime el pueblo más
cercano a la casa.
Para
el Picnic pedimos en la bodega plátanos
naranjas y algunas chuches para todas, además de la comida… que como no tenemos
tapers la llevamos a cuestas con cazuela y todo.
Después del desayuno las chicas
hicieron sus tareas de la casa: barrer, fregar limpiar baños etc y luego comenzó la operación salida. Parecía que no, pero la emoción de salir de excursión aunque no fuera más que al pueblito de al
lado se notaba en el ambiente.
Todas se prepararon con su mochila, su gorra y
sus deportivas. Alguna que otra no tenía
deportivas porque no las ha cuidado lo suficiente… pero enseguida apareció algún par prestado.
Cuando
todas estuvieron listas comenzamos la excursión. Es curioso que casi todos los pueblos están conectados entre sí por caminos paralelos de tierra que están tan mal debido a las
riadas de la temporada de lluvia que ni si quiera un coche podría pasar por allí a sí que solo lo usan para
pasar andando, en bici, moto, caballo, burro…. Pues que por allí que fuimos, ya que por
la carretera pasan muchos coches y camiones a gran velocidad y obviamente es
muy peligroso.
Apenas
caminamos hora y media cuando las chicas ya querían comer, yo hubiera esperado a llegar al
pueblo y comer en el parque tranquilamente pero todas decían que no que les daba
mucha pena (pena=vergüenza)
comer y que todo el mundo nos viera así
que allí mismo en el camino
paramos y montamos el campamento. Como en cada comida bendecimos los alimentos
y dimos gracias a Dios por todo lo que nos ofrece. Repartimos el arroz, el
pollo y la ensalada de tomate y PROVECHO!!!
Después de comer seguimos
andando otro buen rato porque con la calma que llevaban no era fácil avanzar, que si la
una paraba a ver algo, que si la otra quería
una foto, que si mira que hojas tan grandes…. Bueno lo reconozco las hojas eran
dignas de foto =O hasta de sombrilla nos sirvieron.
Cuando
por fin llegamos a Nandaime la tita Bea les compró un helado de chocolate a todas para que
tuvieran fuerzas para la vuelta. Algunas ya no podían con su cuerpo y querían volver en autobús… que peresosas!!!
Pasito
a pasito nos fuimos acercando a la casa, otra parada en una Pulpería (pequeña tiendecita donde venden
de todo) les dio el último
empujoncito por que la tía
Janeth Compró
Coca-Cola para todas, como curiosidad aquí
en Nicaragua a falta de vasos buenas son las bolsas de plástico así que siempre usan las
bolsas para la comida y la bebida.
Después de casi seis horas de
caminata estábamos
de vuelta en la casa, cansadas pero contentas.
Fue
un día diferente y divertido
para todas.